sábado, 7 de diciembre de 2013

Mi partido histórico: por Ramón Gallego (Árbitro)

Final de los Juegos Olímpicos Atlanta-1996
Suecia-Croacia 26-27 (Atlanta, 04.08.1996)

Es un verdadero honor para este blog, contar con la colaboración de Ramón Gallego, árbitro que marcó un antes y un después en el arbitraje español, y en el internacional. Amante como pocos de nuestro deporte y gran estudioso de los aspectos relacionados con las Reglas de Juego y reglamentarios del balonmano, sigue siendo un referente para todos los colegiados actuales. Muchas gracias Ramón por haber aceptado nuestra invitación. @PartHistBM

Ramón Gallego
¿Por qué he seleccionado la final olímpica de Atlanta-96 entre tantos partidos de élite arbitrados?, ¿Por qué ninguna de las finales mundiales o europeas?, ¿Por qué no alguno de los grandes partidos de las competiciones españolas? Pues creo que porque dos árbitros españoles lograron lo que nunca nadie había hecho antes y dudo que alguien lo iguale o supere en el futuro.

Muchas veces me han preguntado si yo aprecio diferencias, desde el punto de vista arbitral, entre las dos finales olímpicas, la de Barcelona y la de Atlanta, y claro que las hay, no hablo de equipos, tácticas o desarrollo de cada partido, sino de las sensaciones como árbitro. En Barcelona, era la primera final olímpica, casi impensable antes de los Juegos, la responsabilidad te abruma de tal manera que te obliga a centrarte tanto en el partido que no te enteras de nada de lo que ocurre fuera del terreno, viene a ser como cuando un joven jugador o árbitro debuta en una categoría superior a la habitual. Pero en Atlanta la situación era totalmente diferente, ya sabías de qué iba aquello, ya lo habías vivido, tenias un control tal de cada situación, que nada te pillaba por sorpresa, tenías tiempo de tomar decisiones y de disfrutar del ambiente y de todo lo que rodeaba el partido.

Sabías que era un momento histórico, que probablemente nadie pudiese repetir esa gesta, arbitrar dos finales olímpicas masculinas y consecutivas, sin pertenecer a un país poderoso en ningún sentidos, lo que nos hizo vivir al cien por cien cada instante, dentro y fuera del terreno. Eso incluía no asustarse ante el impresionante Georgia Dome y sus 33000 espectadores.

Antes del comienzo del torneo ya nos advirtieron por todos lados que no arbitraríamos ninguna final, que con la de Barcelona ya estábamos servidos y que nadie de los allí presentes tenía finales olímpicas en su mochila, pero éramos ambiciosos, deportivamente hablando y simplemente decidimos intentar hacerlo tan bien como siempre y ponérselo difícil a los responsables, lo mismo que hacen los jugadores, dar siempre el máximo y ganarse la confianza de sus entrenadores. Cuando nos nominaron para el RUSIA-EGIPTO del 5º puesto, también nos decían que era el último partido, pero eso no nos desanimó, aunque cuando se supo que la final era un SUECIA-CROACIA pues más dificultades aún, ya que Suecia había perdido la final de Barcelona. Sin embargo poco después se anunció que seríamos de nuevo los árbitros de la final, para sorpresa de muchos (nada personal, se rompía una norma no escrita) y alegría también de muchos.

Ninguna preparación especial, toda la rutina habitual, quizá rota por nuestra visita, camino del calentamiento, al vestuario del equipo español para felicitarles por su recién ganada medalla de bronce; todos nos desearon suerte y hubo algún comentario especial que se queda para las memorias. Del partido recuerdo que Croacia fue siempre por delante en el marcador, que se ajustó mucho en los últimos minutos; el desarrollo fue muy tranquilo con todo bajo control y un final deportivo sin el más mínimo problema. 1ª vez que Croacia ganaba el oro olímpico y 2ª vez que Suecia se quedaba con la plata.

Sólo una vez vi el partido completo, justo al regreso a casa, nunca más, salvo algunas imágenes o clips aislados que a veces te llegan al correo electrónico o a través de una web, lo pasado, pasado está, la historia, historia es y la vida continúa. No sólo con esta final, con todos mis partidos, el mundo y el balonmano avanzan tan rápido que no hay tiempo para pararse a echar un vistazo atrás.

Hace un par de años la IHF editó a nivel mundial un video titulado “Handball 1996-2010” en el que se puede ver un resumen de la final de Atlanta y de la final del mundial 2009 FRANCIA-CROACIA, donde se aprecia la evolución de este maravilloso deporte, fundamentalmente en cuanto a su velocidad y a partir de ahí las diferentes técnicas y tácticas.

Lo único que no ha cambiado es algo que nosotros ya teníamos entonces y que exijo hoy en día a todos los árbitros IHF, una profesionalidad al máximo, no en sentido económico, sino en cuanto a su entrenamiento, a su dedicación y a su sentido de la justicia.

Larga vida al balonmano, pero también con ideas como este blog “Partidos Históricos de Balonmano” que nos harán no perder la memoria y recordar a los miles de deportistas que dieron gloria a este deporte y que contribuyeron a que haya llegado hasta aquí.

Ramón Gallego
@ramongs11

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